martes, 31 de enero de 2012
Curiosidad técnica: Un diferencial TORSEN por dentro
Recuerdo que con ocho años más o menos, fabricando un coche de radiocontrol casero con mi abuelo, ante mis pujantes ganas de colocarle suspensión multibrazo "como la de los coches buenos" (cosas de leer revistas), este me comentó que "antes de andar a colocar cosas de esas deberías considerar ponerle un diferencial".
Con ganas de saber más le pregunté qué era un diferencial, a lo que él me respondió con una de esas preguntas que se responden solas: Cuando tomas una curva ¿giran lo mismo las ruedas de dentro que las de fuera? Y allí fue cuando entendí por primera vez la locura de los diferenciales.
Estos dispositivos y sus derivados de bloqueo automático me han traído loco los últimos veinte años, y he llegado a contar con una obsesión total para que todos los coches que conduzco los acaben teniendo. Porque contar con un diferencial autoblocante, o de bloqueo proporcional (que no es lo mismo, aunque se le parece) hace que el comportamiento de un coche cambie radicalmente.
Para los "no demasiado metidos" en el tema, simplemente os diré que el autoblocante consigue que no se pierda potencia cuando una de las dos ruedas motrices se desliza, cogiendo esa potencia, ese par, mejor dicho, y enviándolo a la rueda contraria. De esta manera se puede aprovechar mucho mejor la potencia disponible, y conseguir mejor salida y entrada en las curvas.
De todos estos diferenciales autoblocantes, el TORSEN es uno de los que más nos gustan para coches de calle, aunque su limitación reside en que en cuanto una de las ruedas está en el aire completamente (par que es capaz de transmitir es igual a cero) se pierde la potencia por ahí. Pero para todo lo demás, su funcionamiento es mucho más delicado, ya que distribuyen el par de manera proporcional al grado de agarre diferencial entre ambas ruedas motrices.
¿Te preguntas cómo? Pues te traemos un vídeo que te va a sacar de dudas, y que hemos encontrado curiosa y casualmente por YouTube. Lo tienes tras el salto.
via es.autoblog.com
Con ganas de saber más le pregunté qué era un diferencial, a lo que él me respondió con una de esas preguntas que se responden solas: Cuando tomas una curva ¿giran lo mismo las ruedas de dentro que las de fuera? Y allí fue cuando entendí por primera vez la locura de los diferenciales.
Estos dispositivos y sus derivados de bloqueo automático me han traído loco los últimos veinte años, y he llegado a contar con una obsesión total para que todos los coches que conduzco los acaben teniendo. Porque contar con un diferencial autoblocante, o de bloqueo proporcional (que no es lo mismo, aunque se le parece) hace que el comportamiento de un coche cambie radicalmente.
Para los "no demasiado metidos" en el tema, simplemente os diré que el autoblocante consigue que no se pierda potencia cuando una de las dos ruedas motrices se desliza, cogiendo esa potencia, ese par, mejor dicho, y enviándolo a la rueda contraria. De esta manera se puede aprovechar mucho mejor la potencia disponible, y conseguir mejor salida y entrada en las curvas.
De todos estos diferenciales autoblocantes, el TORSEN es uno de los que más nos gustan para coches de calle, aunque su limitación reside en que en cuanto una de las ruedas está en el aire completamente (par que es capaz de transmitir es igual a cero) se pierde la potencia por ahí. Pero para todo lo demás, su funcionamiento es mucho más delicado, ya que distribuyen el par de manera proporcional al grado de agarre diferencial entre ambas ruedas motrices.
¿Te preguntas cómo? Pues te traemos un vídeo que te va a sacar de dudas, y que hemos encontrado curiosa y casualmente por YouTube. Lo tienes tras el salto.
via es.autoblog.com
La leyenda de Porsche en la competición
Con motivo del anuncio de su regreso a la máxima categoría de las 24 horas de Le Mans, Posche publicó un vídeo en el que nos mostró parte de su historia en una de las carreras más importantes del panorama automovilístico mundial. Una cita en la que Porsche tiene mucho que decir con 16 victorias absolutas en sus vitrinas.
Podríamos decir que la pasión por la competición está en el ADN de la marca de Stuttgart. Tan sólo siete años después de su fundación, en 1938, Porsche creó su primer vehículo de competición, el Type 64 (presente en el vídeo), y hasta ahora. Hoy toca un nuevo vídeo sobre Porsche y en esta ocasión son algunos de sus protagonistas, aquellos pilotos que forjaron la historia de la marca, los que nos cuentan algunas de sus experiencias. A disfrutar que es domingo.
via motorpasionf1.com
Chris Harris se despide de su 911 GT3 RS 4.0 hasta primavera
Los vídeos de Drive, y las actuaciones de Chris Harris resultan prometedores. Habrá que ver si consiguen tener continuidad a largo plazo suficiente como para justificar el titánico esfuerzo conjunto que están realizando. Esta semana el carismático probador británico nos cuenta cómo se despide "emocionalmente" de su 911 GT3 RS 4.0 hasta primavera. Porque los británicos con más de un coche suelen hacer mucho eso de "hibernar" sus coches deportivos, mientras esperan a que el frío desaparezca de las carreteras.
Agradecemos, además, el detalle de que ahora Harris pueda contarnos la experiencia de poseer una de estas joyas limitadísimas, que compró hace pocos meses "aunque en el fondo sabe que no puede pagarlo".
via es.autoblog.com
Agradecemos, además, el detalle de que ahora Harris pueda contarnos la experiencia de poseer una de estas joyas limitadísimas, que compró hace pocos meses "aunque en el fondo sabe que no puede pagarlo".
via es.autoblog.com
La leyenda de El Príncipe Negro y la verdadera historia tras ella
Hace unas semanas Green Rider nos recordaba un vídeo de los que marcaron un antes y un después, de los que crearon una auténtica leyenda en torno a sus imágenes. Transcurría en 1989, una época en la que las hombreras aun se lucían orgullosas. En aquel año, en mitad del día a día parisino, entre coches de la época cuyos conductores aun tienen el corazón parado al ver la sombra de alguien a 280km/h, un joven francés marcó un récord histórico y no oficial difícilmente superable en su tiempo.
Aquel hombre, de 27 años, utilizó la Boulevard Périphérique de Paris como circuito privado y propio queriendo completar sus 35km de largo en el menor tiempo posible. El acto, o simplemente la idea, no tiene nada de especial en la actualidad pues tenemos cientos, quizás miles, de suicidas en nuestras carreteras y otros tantos en el cementerio. Unos lo ven o lo vieron como un acto heroico mientras otros como una atrocidad contra la sociedad y todas las personas que en aquel momento conducían por la Periph.
Sea como fuere, Pascal, o el Príncipe Negro, se decía en su momento que revelaría su identidad cuando cumpliera 50 años. Y si las cuentas no nos fallan, en 2012 podríamos conocer la historia completa de este aficionado. Es el momento de destapar la leyenda.
Pascal trabajó duro en su Suzuki GSX-1100R – apodada la Tueuse; asesina –, utilizando piezas de la GSX-750R de competición y aumentando la cilindrada de la moto de fábrica para llegar a los 1300cc. Cierto día, sobre las siete de la mñana, con un buen grupo de personas ayudando para grabar cada instante, se lanzó a la carretera francesa en busca de un reto. Concentrado en conducir, en esquivar coches, en utilizar la adrenalina para dar gas donde nadie en su sano juicio lo haría completó una vuelta completa a la capital en 11 minutos y cuatro segundos.
Luego de tan especial vuelta el montaje no tardó en llegar a la televisión. Llegó a manos de los periodistas y fue emitido en el programa “Reporters” bajo el título “Course interdite”, lo que terminó de ensalzar o condenar la figura del Príncipe Negro. Poco se ha sabido de él desde entonces, muchos han sido los que, llevados por el afán de protagonismo, han declarado ser Pascal y otros los que le han dado por muerto.
Un tiempo prudencial después, en 2009, con una vida totalmente distinta la revista francesa Moto Revue le localizó y publicó una entrevista en la que, entre otras cosas, se sincera y dice arrepentirse por aquel acto que tanto ha marcado su vida. Entonces, aun pensaba en permanecer en el anonimato aunque quiso contar la verdad.
La otra cara de la leyenda es que no hay leyenda, sólo televisión
Como decía, la revista francesa pudo localizar a un hombre que respondía en nombre del Príncipe Negro, anónimo, pero con una historia totalmente distinta que contar. La Cinq, la cadena que emitió el programa, quiso imitar las Cannonballs americanas y movió por el mundillo de las dos ruedas un reto bien pagado que podría sacar a más de uno de un buen aprieto. En vez de imitar el famoso rally ellos se concentraron en la Peripherique montando un auténtico dispositivo de cámaras y personal alrededor de los moteros voluntarios, quienes podrían ganar hasta 50.000 francos– cuando una Suzuki como la utilizada costaba unos 60.000 –.
No extrañan ahora los medios de los que disfrutaban unos simples aficionados, que hasta se permitían el lujo de editar el vídeo y realizar distintos montajes de lo más profesional. En esta ocasión el anónimo quiso subrayar que nunca revelaría su identidad y que alguien inventó que la revelaría a los 50 años para seguir alimentando la hisotria.
Sin embargo una televisión holandesa se puso en contacto con un motoclub de París – desconozco si fue antes o después de la entrevista de Moto Revue – para retomar la historia y fue entonces cuando Pascal, o alguien que podría ser él, dio la cara.
Alguien que puede ser él porque no es más que el representante de esa figura mítica del motociclismo urbano. Un padre de familia ocupado ahora en cuidar de su familia y disfrutar de una vida que por aquel entonces no tenía, un verdadero héroe. No puedo defender este tipo de actos, pero puedo llegar a entender la situación en la que se encontraba.
Ghost Rider le dedicó una vuelta a la Periph en 2004
Al respecto, hay que citar al también ampliamente conocido Ghost Rider. En 2004 se montó en su Suzuki GSX-1000R para homenajear al Príncipe Negro. Durante aquella madrugada el sueco fulminó el récord bajando el tiempo hasta los nueve minutos y 57 segundos, con una máquina muy superior y ciertamente mucho menos tráfico que entonces.
via motorpasionmoto.com
Aquel hombre, de 27 años, utilizó la Boulevard Périphérique de Paris como circuito privado y propio queriendo completar sus 35km de largo en el menor tiempo posible. El acto, o simplemente la idea, no tiene nada de especial en la actualidad pues tenemos cientos, quizás miles, de suicidas en nuestras carreteras y otros tantos en el cementerio. Unos lo ven o lo vieron como un acto heroico mientras otros como una atrocidad contra la sociedad y todas las personas que en aquel momento conducían por la Periph.
Sea como fuere, Pascal, o el Príncipe Negro, se decía en su momento que revelaría su identidad cuando cumpliera 50 años. Y si las cuentas no nos fallan, en 2012 podríamos conocer la historia completa de este aficionado. Es el momento de destapar la leyenda.
Pascal trabajó duro en su Suzuki GSX-1100R – apodada la Tueuse; asesina –, utilizando piezas de la GSX-750R de competición y aumentando la cilindrada de la moto de fábrica para llegar a los 1300cc. Cierto día, sobre las siete de la mñana, con un buen grupo de personas ayudando para grabar cada instante, se lanzó a la carretera francesa en busca de un reto. Concentrado en conducir, en esquivar coches, en utilizar la adrenalina para dar gas donde nadie en su sano juicio lo haría completó una vuelta completa a la capital en 11 minutos y cuatro segundos.
Luego de tan especial vuelta el montaje no tardó en llegar a la televisión. Llegó a manos de los periodistas y fue emitido en el programa “Reporters” bajo el título “Course interdite”, lo que terminó de ensalzar o condenar la figura del Príncipe Negro. Poco se ha sabido de él desde entonces, muchos han sido los que, llevados por el afán de protagonismo, han declarado ser Pascal y otros los que le han dado por muerto.
Un tiempo prudencial después, en 2009, con una vida totalmente distinta la revista francesa Moto Revue le localizó y publicó una entrevista en la que, entre otras cosas, se sincera y dice arrepentirse por aquel acto que tanto ha marcado su vida. Entonces, aun pensaba en permanecer en el anonimato aunque quiso contar la verdad.
La otra cara de la leyenda es que no hay leyenda, sólo televisión
Como decía, la revista francesa pudo localizar a un hombre que respondía en nombre del Príncipe Negro, anónimo, pero con una historia totalmente distinta que contar. La Cinq, la cadena que emitió el programa, quiso imitar las Cannonballs americanas y movió por el mundillo de las dos ruedas un reto bien pagado que podría sacar a más de uno de un buen aprieto. En vez de imitar el famoso rally ellos se concentraron en la Peripherique montando un auténtico dispositivo de cámaras y personal alrededor de los moteros voluntarios, quienes podrían ganar hasta 50.000 francos– cuando una Suzuki como la utilizada costaba unos 60.000 –.
No extrañan ahora los medios de los que disfrutaban unos simples aficionados, que hasta se permitían el lujo de editar el vídeo y realizar distintos montajes de lo más profesional. En esta ocasión el anónimo quiso subrayar que nunca revelaría su identidad y que alguien inventó que la revelaría a los 50 años para seguir alimentando la hisotria.
Sin embargo una televisión holandesa se puso en contacto con un motoclub de París – desconozco si fue antes o después de la entrevista de Moto Revue – para retomar la historia y fue entonces cuando Pascal, o alguien que podría ser él, dio la cara.
Alguien que puede ser él porque no es más que el representante de esa figura mítica del motociclismo urbano. Un padre de familia ocupado ahora en cuidar de su familia y disfrutar de una vida que por aquel entonces no tenía, un verdadero héroe. No puedo defender este tipo de actos, pero puedo llegar a entender la situación en la que se encontraba.
Ghost Rider le dedicó una vuelta a la Periph en 2004
Al respecto, hay que citar al también ampliamente conocido Ghost Rider. En 2004 se montó en su Suzuki GSX-1000R para homenajear al Príncipe Negro. Durante aquella madrugada el sueco fulminó el récord bajando el tiempo hasta los nueve minutos y 57 segundos, con una máquina muy superior y ciertamente mucho menos tráfico que entonces.
via motorpasionmoto.com
Construcción de un Mercedes SLS AMG GT3
No podemos negar que si el Mercedes SLS AMG Gullwing es impresionante se mire por donde se mire, el SLS AMG GT3 lo es aún más. Como si hubiese sido concebido desde cero para la más extrema competición, estamos ante uno de los turismos de competición más radicales construido jamás por Mercedes-Benz.
Para que tengamos muy presente todo lo que representa el SLS AMG GT3, desde el fabricante alemán quieren que vayamos conociendo poco a poco cómo se construye tal hito automovilístico, y hoy te traemos la primera parte al respecto.
Denominado The Marriage, en esta primera parte podemos ver los pasos básicos de la construcción. Por si aún no lo conoces, el SLS AMG GT3 otorga un impresionante kit aerodinámico llevado a cabo con fibra de carbono en gran parte. Desde extensiones de ambos paragolpes, hasta un gran alerón trasero. Ya por no mencionar los frenos de competición y muy alto rendimiento, suspensión ídem…
Bajo el capó, el SLS AMG GT3 presenta un motor virtualmente idéntico a su homólogo de calle. Un 6.3 litros atmosférico con una potencia neta a las ruedas traseras de 571 caballos.
via motoradictos.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)