Este post está cargado de picardías y potencia, con caballos a cascoporro para deleitar vuestros conductos auditivos y relajar tanta conciencia ecológica un rato. Vamos a ver una serie de coches con preparaciones mecánicas bestiales parar dar unas cifras de potencia que causan mareos, y en lalgunos casos pueden circular perfectamente por carretera, legalmente.
Nuestro primer protatonista es un Toyota Supra de 1.200 CV de potencia. Utiliza un sistema de turbocompresor BorgWarner S595. El vídeo muestra tres intentos de maximizar los datos en banco, a la tercera le pasa algo en el turbo. He encontrado información adicional sobre el coche en esta página, se utiliza para carreras drag.
Con todos vosotros, el SVS Viper TTRS (cuidadín con el nombrecito), de 2.000 CV de potencia. Sonido totalmente Nascar, doblemente turboalimentado, para quien adora el sonido de un muscle yankee bien apretado de tuercas. Ha podido superar 230 Mph en una milla, 370 Km/h. Del muscle nos vamos al pony, pero sin perderle el respeto. Es un Ford Mustang de 2001, preparado por Slug Bitch Racing para carreras de drag, sólo hay que fijarse en las dimensiones de los neumáticos. Con la inclusión de turbos, eroga 2.000 CV sobre los rodillos. El ruido a máxima potencia asusta, así como las piezas al rojo vivo que se ven tras el motor. No me picaría con él en un semáforo, no.
Ahora un poco de potencia japonesa. Al Nissan Skyline parece que se le pueden sacar todos los caballos que se quieran, ya que los deportivos nipones salen con motores capados para cumplir con su legislación local. En este caso son 1.400 CV los obtenidos a las cuatro ruedas, tiene un sonido más finolis que los americanos que hemos visto.
Fealdad y potencia no son incompatibles, este es un fuckin’ muscle de Detroit, un Buick Grand National V6 con doble turbocompresor, da 1.046 CV en banco. Su sonido es al más puro estilo del coche de Cruella De Ville, un ralentí que hace llorar a los bebes y hace que los gatitos salgan despavoridos.
A máxima potencia produce un espectáculo de altos decibelios y mucho humo de sus ruedas típicamente de drag. Su propietario es Chris Chow y pueden encontrarse varios vídeos de sus hazañas en el cuarto de milla.
Turno ahora de un Chevrolet Corvette, que como bien sabéis, utiliza motores V8 de alta cilindrada. Este ejemplar entrega 1.038 CV a las ruedas traseras, que no parecen muy diferentes a las que utilizaría normalmente. Tiene toda la pinta de ser una preparación de calle. Continuamos con otro Mustang de principios de milenio, un Cobra. Los ruedines traseros y dimensiones de rueda le delatan como un adicto al drag, este ejemplar eroga 1.000 CV, más que suficientes para divertirse en el cuarto de milla. Dentro de lo que hemos visto, normalito.
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