Los laboratorios Alba Montecristo y Air Car Factories han firmado un acuerdo de colaboración. Próximamente presentaremos: EL MOTOR FRÍO DE COMBUSTIÓN EXTERNA
* Rendimiento eficaz del motor 80%.
* Motor en régimen de trabajo frío, temperatura entre 40-50%
* La vida útil del motor es cuatro veces más longeva que el motor de explosión interna, debido a las bajas temperaturas de trabajo
* La vida útil de un motor de explosión externa alcanza los 3.600.000 km
* La cámara de explosión se encuentra separada del conjunto del motor, transmitiendo de esta forma un mínimo de temperatura
* A los motores de combustión interna se les instalará un kit para adaptar el motor al nuevo combustible, no sufriendo ninguna modificación significativa, el coste aproximado del kit estaría entre 1.500-2.000 €, instalado.
* El kit puede ser instalado a cualquier motor de explosión (motocicletas, turismos, camiones, vehículos agrícolas), sin anular su utilización con el combustible de origen. Esto quiere decir que podría elegirse el combustible a utilizar. Es lo que denominamos MOTOR HIBRIDO. El coste aproximado del kit estaría entre 1.100 y 2.000 €, incluida instalación.
* Los gases emitidos a la atmósfera por el tubo de escape quedan reducidos en un 90%, siendo de esta manera un "MOTOR ECOLÓGICO".
* El precio del combustible para el motor de combustión externa varía entre los 0.08 y los 0.10€, en función de la calidad de sus componentes.
* Los cuidados y mantenimientos del motor frío son mínimos, en comparación al motor tradicional
* Las reservas de materia prima en el mundo superan en 20 veces las reservas actuales de crudo. En España se dispone de grandes reservas de diferentes calidades
16 de junio de 2008. El ingeniero Antonio Ibáñez de Alba, como director general de los laboratorios Alba Montecristo de Ciudad Real, ha elaborado un equipo de explosión que, añadiéndolo al motor de cualquier vehículo podría hacer prescindir a camiones, turismos, ciclomotores o embarcaciones del uso de carburantes derivados del petróleo, sin que el motor sufriese modificaciones considerables.
Combustible sólido-líquido
El equipo que se presenta plantea la producción de "micro-explosiones" fuera del propio motor, con un combustible sólido-líquido que genera la presión necesaria para que el vehículo se desplace con el mismo rendimiento que con su habitual combustible.
El ingeniero comenta en la explicación de esta propuesta que la instalación del equipo en el motor de cualquier vehículo sería "rápida y sencilla", sin necesidad de modificar su estructura.
Aunque Ibáñez no ha querido especificar en el estudio la naturaleza del combustible sólido-líquido, asegura que su coste sería de, aproximadamente, el 40 por ciento del precio alctual del barril de petróleo, habiendo realizado los cálculos en base al precio de las materia primas que componen este combustible sólido-líquido.
De hecho, realizando una comparativa con un litro de gasoil, el precio del nuevo combustible rondaría entre los 0.48 euros y los 0.52 euros, en función de la calidad de sus componentes.
Sin anular el motor
El usuario del vehículo podría determinar el combustible a utilizar, ya que la instalación del equipo no supondría la anulación del motor para su funcionamiento con el combustible de origen. Esto quiere decir que dispondría de un motor de consumo "híbrido", pudiendo elegir el combustible o utilizar el que más a mano tuviese.
Actualmente, el ingeniero precisa que el precio de venta al público del equipo no ha podido ser valorado, pero que el precio de los materiales empleados en su construcción lo hacen muy asequible, y además, con una fabricación en serie, se reduciría drásticamente su coste final.
Ahorro del 50% Como ejemplo, pone que a un vehículo diesel de 100CV, con un consumo de 5.2 litros a los 100 kilómetros, al precio actual de 1.32 euros, le cuesta 6.86 euros recorrer 100 kilómetros, mientras que con el equipo instalado y empleando el combustible sólido-líquido, recorrer la misma distancia le supondría un coste de entre los 2.5 y los 2.7 euros.
Así, estima que la aplicación del equipo y su combustible en todo tipo de vehículos supondría un ahorro del 50 por ciento del consumo de petróleo debido a la automoción, en los tres años siguientes a su puesta a la venta, aspirando a la supresión total en un plazo de 10 años.
La investigación y desarrollo del prototipo han sido desarrollados desde 2004 en los laboratorios del grupo Alba Montecristo, en Daimiel (Ciudad Real), bajo la dirección de Antonio Ibáñez de Alba y su equipo de ingenieros formado por Ino Feijoo, Francisco Javier Avileo y Oscar Campos, en colaboración con la Compañía de diseño industrial Nova Diseño, de Ciudad Real.
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