Este fin de semana pasado se corría el Petit Le Mans en Estados Unidos, una de las pruebas más importantes de resistencia del planeta. Allí los dos Peugeot 908 consiguieron el doblete tras quedar la carrera suspendida con bandera roja por una lluvia torrencial.
Pero lo interesante de esta noticia no es esto, sino el increíble trabajo del equipo Patrón con el Acura de LMP1, que quedó destrozado tras un enorme accidente el jueves pasado y fue reconstruido desde la nada en menos de 20 horas. Si eres de los míos, un escéptico de pies a cabeza, y sueles decir si no lo veo, no lo creo, tienes un vídeo para saciar tu interés tras el salto.
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