Cuando pensamos en cambiar de coche uno se fija en el diseño, el equipamiento que lleve, lo cómodo y rápido que pueda ser y el combustible que gasta. Hay cosas más importantes que quedan ocultas a la vista.
El desarrollo de un vehículo es un compromiso entre muchas cualidades, una de ellas la seguridad pasiva (la que intenta minimizar las consecuencias de un accidente). De nada vale que sea muy bonito si la carrocería se desintegra al primer golpetazo.
Por ello los ingenieros se comen la cabeza en varios cientos de test virtuales que ayudarán a preparar los test físicos reales, con elementos reales y muñecos que simulan personas reales.
En este video podemos ver unos minuciosos crash-test de BMW que incluye impacto lateral, frontal a alta y baja velocidad, contra poste, vuelco, etc…todo ello filmado y procesado con la última tecnología desde todos los ángulos.
Impresionante.
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