Ariel Atom, ponte a temblar. El Palatov DP4 ya está aquí dispuesto a ser el amo de la pista y humillar completamente a cualquier otro kart que le intente hacer sombra. Su coraza esconde un monoplaza pensado de punta a punta para correr.
En sus 2.64 metros de longitud se esconden solamente 363 kg gracias a un chasis tubular de acero y una carrocería de materiales compuestos perfilada hasta el extremo para reducir la fricción con el aire y recuperar el flujo necesario para refrigerar su pequeño propulsor. Un motor de moto de 1.400 cc desarrolla para el DP4 alrededor de 200 CV de potencia. Haced cuentas y veréis que con el resultado ya sale un rompe-cronómetros.
Como buen kart que es toda la fuerza del motor se traslada hasta las ruedas traseras a través de un cambio secuencial de seis marchas, si bien puede elegirse una combinación de tracción a las cuatro ruedas con diferencial autoblocante. Es una opción con ventajas como su mayor capacidad de salida en curva y con inconvenientes como su mayor peso.
No hay más que verlo rodar para darse cuenta de que este kart “acorazado” se mueve con mucha agilidad y no es para menos. La relación peso/potencia, su anchura y su bajo centro de gravedad le convierten en un amo de las curvas.
El piloto va embutido dentro de la carrocería y bien protegido por un arco anti-vuelco. No como nuestro querido Jeremy Clarkson de Top Gear al que se le deformaba la cara por circular a toda velocidad con el Ariel Atom.
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