Lo de los simuladores de conducción tiene lo suyo. Aunque algunos vendan uno o varios juegos como "auténticos simuladores", la realidad es que sólo unos pocos programas comerciales del estilo de rFactor son capaces de aproximarse a una física comparable a la realidad de la conducción, y aún así siguen lejos de poder involucrarte tanto como un coche de verdad. Y es que si bien sirven para ver los efectos de una puesta a punto concreta, aprenderte un nuevo trazado, o tener cierto feedback de dirección, el no tener fuerzas G en tu cuerpo asociadas al mismo hacen muy complicado conducir haciendo uso de los mismos sentidos que en la realidad.
Afortunadamente para los equipos de Fórmula 1, hay equipos de simulación realmente avanzados capaces de recrear parte de estas sensaciones y aceleraciones en tu cuerpo, con lo que la inmersión en conducción es mucho más total. Gracias a ellos pilotos e ingenieros pueden evaluar mejoras en los coches, o practicar trazados.
El de Red Bull es uno de los mejores. Jason Plato, de Fifth Gear, ya sabes, se moría de ganas por probar este aparato, así que propuso un reto en Silverstone a David Coulthard. ¿Quién ganará? Sal de dudas en el vídeo tras el salto.
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