El Buckeye Bullet 2, propulsado por célula de combustible, ha vuelto a conseguir una nueva plusmarca de velocidad en tierra para vehículos de este tipo. El nuevo récord (a la espera del reconocimiento oficial de la FIA) le permite acceder al selecto club de las “300 MPH”, al firmar una velocidad de salida del kilómetro lanzado de 304 millas por hora, algo así como 486,4 km/h.
El Buckeye Bullet FCV ya pertenecía, desde el 17 agosto del 2007, al club de las 200 MPH, fecha en la que consiguió alcanzar las 201,6 millas por hora (322,6 km/h). El año pasado,el prototipo pudo superar su registro, alcanzando una velocidad de 287 mph (459 km/h.) que le colocaba a las puertas de superar la mítica barrera que sí ha podido sobrepasar en esta última ocasión.
Para esta última hazaña, el Buckeye Bullet 2 empleó una célula de combustible de la marca Ballard (compañía de origen canadiense pionera en el desarrollo de este tipo de solución energética) acoplada a un motor eléctrico trifásico hecho a medida y capaz de entregar 700 C.V. de potencia máxima.
A pesar de este logro, el BB2 continúa la persecución de su hermano mayor, el Buckeye Bullet 1, un bólido estrictamente eléctrico que ya ha conseguido alcanzar las 315 millas por hora (504 km/h.). Diferencias mínimas que, al menos en lo referente a rendimiento en condiciones tan extremas, no permiten divisar una clara supremacía de uno de los dos sistemas.
Buckeye Bullet 2
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