miércoles, 30 de septiembre de 2009

El megatransporte de las antenas de ALMA



ALMA está llamado a ser un telescopio astronómico único en el mundo cuando entre en funcionamiento en 2.011. Está compuesto por un conjunto de 66 antenas de 12 metros de altura y 7 metros de diámetro y de él dicen que será el telescopio más potente para observar el Universo frío. Lo que aquí nos interesa es conocer cómo se encargan de transportar esas enormes antenas de más de 90 toneladas hasta su emplazamiento.

El estudio de ALMA requiere un emplazamiento extremadamente alto y seco, por lo que los científicos eligieron para su construcción el Llano de Chajnantor (Chile), una llanura a más de 5.000 metros de altura que le convertirán en el observatorio astronómico más alto del mundo. Así que saliéndome un poco de la tónica habitual, os presento al transporte especial encargado de desplazar tan singular carga hasta esa posición.



Su construcción se realiza en un campamento base situado a unos 3.000 metros de altitud, por lo que la ascensión hasta la llanura de destino es una proeza reseñable. Su transporte requiere un ascenso de más de 27 km colina arriba. Conociendo las dimensiones de la carga y el valor incalculable de la misma, se convierte en una tarea de muy alto riesgo que requiere de un transporte construido ex profeso para tal evento.



Ya se ha instalado la primera de estas antenas, como se puede observar en las fotografías aquí mostradas, y para la operación se requirió las labores de Otto, que así es como llaman al primero de los dos vehículos especiales que se han construido para el transporte de las antenas. Pocos datos se conocen acerca del vehículo, pero se puede apreciar en la fotografías que está compuesto por 14 brazos independientes con dos enormes ruedas cada uno.



La velocidad máxima de estos vehículos es teóricamente de unos 11 km/h, pero dada la extrema dificultad del terreno por el que tienen que ascender y también debido a que se trataba de la primera subida, los técnicos de ALMA tardaron más de 7 horas en recorrer los 27 km hasta su destino a 5.000 metros de altitud. Para su emplazamiento exacto y libre de accidentes, el transporte incorpora un sistema de guiado por láser y detectores de colisión ultrasónicos.

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