La mula de pruebas simulaba el comportamiento del vehículo completo, aunque no era más que una estructura metálica de gracioso aspecto, sin carrocería al uso.
Pero lo mejor está por escribir, y es que el probador de Autocar, tras darse una vuelta con este pequeño aparato, habiéndolo comparado con el Mitsubishi i, y el Toyota iQ, ha escrito cosas como "brillante, divertido de conducir, placentero, con gran sensación de control, confortable y que destroza completamente a toda la competencia conocida". ¿Impresionado? Sabiendo que viene de las manos de Gordon Murray, el creador del McLaren F1, uno de los coches con mejor puesta a punto de chasis del planeta, yo creo que ya nada nos sorprende.
Ahora falta por saber cuántos socios es capaz de conseguir interesados en producir este novedoso vehículo. Los dos próximos años serán de vital importancia, pero si esto triunfa podríamos estar ante el auténtico sucesor del Mini, en tanto en cuanto a movilidad urbana personal.
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