Y llegamos con esta tercera y última parte al desenlace de la serie post sobre este gran coche.
Llegamos a Febrero de 2004, Subaru estaba ganando la partida a Mitsubishi con su Impreza Spec C y es entonces cuando se deciden a sacar una revisión del Evo VIII, conocida también como anti-spec C.
El nombre elegido para la nueva criatura fue Evolution VIII MR, a pesar de que no incorporaba ninguna mejora sustancial, sí que incluía multitud de pequeños arreglos, que en conjunto, conseguían mejorar aun más el comportamiento del Evo VIII.
En Marzo de 2005 llegó la novena evolución, con una potencia mayor que sus predecesores (280 CV) y con un sistema de distribución variable, el MIVEC.
El MIVEC se encarga de variar el tiempo que están abiertas la válvulas dependiendo de las revoluciones a las que esté girando el motor, esto conlleva una respuesta mucho mejor a bajas revoluciones.
2 años más tarde, Mitsubishi presentó el modelo actual de Lancer. El Lancer Evo X está equipado con la última tecnología automovilística, además del ya nombrado MIVEC, incorpora el control dinámico S-AWC, que no es más que un conjunto de sistemas encargados de proporcionar la mejor respuesta posible al coche.
El S-AWC está formado por los ya conocidos AYC y ACD, además de un S-ABS, que no es mas que un ABS perfeccionado para la competición.
Y hasta aquí la historia de un grande entre los grandes, espero que hayáis disfrutado tanto leyéndola como yo escribiéndola, creo que ha quedado claro cuál es uno de mis coches predilectos, ¿cuales son los vuestros?
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