Ford Rallye Sport (RS) ha desarrollado un Fiesta especialmente adaptado para la disciplina del rallycross, concretamente para el Pikes Peak International Hillclimb. El ascenso de rallye más famoso del planeta lleva celebrándose desde hace alrededor de un siglo, y el actual récord de 10 minutos y un segundo – para una distancia de unos 20 kilómetros – fue establecido por Nobuhiro Tajima a bordo de un Suzuki Sport XL7 de casi 1.000 CV. El récord pertenece a la rápida clase Unlimited, sin restricciones de vehículo.
Ford pretende bajar de los 10 minutos con su Fiesta especialmente preparado para la ocasión, su debút en competición será en el mes de julio. El Fiesta cuenta con una carrocería notablemente ensanchada alrededor de los pasos de rueda, necesaria para aumentar el ancho de vías, así como un kit aerodinámico especial. La aerodinámica siempre es vital en Pikes Peak, se alcanzan velocidades de vértigo y no queremos que el coche pierda adherencia al circular junto a precipicios, a 4.000 metros de altura.
Su motor se situa en posición central y va acoplado a un sistema de tracción integral permanente. Es una unidad Duratec de dos litros de cilindrada que entrega una potencia de más de 800 CV. No es un error tipográfico, la sobrealimentación por turbo del cuatro cilindros es extrema, asegurando prestaciones de infarto y un buen sistema para contrarrestar la pérdida de potencia de potencia a elevadas altitudes. La meta en Pikes Peak está a 4.300 metros de altura, los coches pierden en ocasiones la mitad de su caballería.
La suspensión tipo Rallycross ha sido especialmente diseñada por Olsbergs Motor Sport Evolution, Öhlins y el equipo europeo de Ford Rallye Sport. Junto al pequeño Fiesta R2 la participación del nuevo Fiesta en los deportes de motor arranca con fuerza, augurando un futuro prometedor.
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