viernes, 22 de mayo de 2009
Mitsubishi Lancer Evolution X FQ-330 ST
La saga del Evolution X ha abierto un sinfin de posibilidad, especialmente por que el Lancer más deportivo puede ser maquetado de muchas formas con diversos accesorios pero sobre todo porque su exprimido motor parece no tener fin a la hora de aumentar su potencia. Una nueva muestra de ello es el FQ-330 ST que saca más pecho a la hora de acelerar, de nuevo un “Fucking Quick”.
Porque es básicamente eso, un aumento de potencia significativo. Aproximadamente un 10 % más de potencia que se suma al ya bravo potencial del turbogasolina de 2 litros para proceder con 330 CV de potencia y un par motor de nada menos que 437 Nm disponible ya desde las 3.500 vueltas del motor. Todo ello fruto de una conveniente reprogramación de su centralita, una salida mejorada de los gases sobrantes y la mejora del intercooler entre unas cuantas cosas más.
Por supuesto mantiene la mecánica original del Evolution X con su transmisión de doble embrague SST semi-automática y su tracción inteligente a las cuatro ruedas S-AWC, aspectos que le han conferido su gran poder en el asfalto. En concreto, con este suave incremento de potencia, es capaz de rondar los 250 kilómetros por hora de velocidad máxima y ventilar el 0 a 100 km/h en 4.4 segundos.
El FQ-330 ST puede pintarse en los colores plata Cool, rojo Orient, azul Lightning o negro Phantom y viene muy bien equipado por fuera muestra toda la fuerza del Evolution X, incluyendo unas llantas de aleación de 18” Enkei, asientos Recaro y cuero para cubrir el volante con mandos. En materia de funcionalidad equipa iluminación adaptativa con faros antiniebla, inmovilizador electrónico, navegador por satélite, equipo de sonido MP3 con entrada auxiliar
En frente de este modelo el FQ-400, que también está disponible en el mercado británico. Claramente más bruto y más enfocado hacia el circuito, esta bomba de relojería estalla al máximo cuando su poder ofrece 405 CV de potencia. Todos su recambios, incluyendo frenos y suspensiones, están directamente realizadas para realizar fundiciones de rivales menores en la pista aunque resulta un metal peligroso fuera de ellas (y de manos con experiencia).
Sin duda esta versión de más caballaje haría nuevamente divertida la famosa competición en la que se mide al Evolution X contra el Impreza WRX STI y que tanta polémica suele suscitar. Opiniones hay para los dos bandos y parece que nunca terminan de congeniar.
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