martes, 5 de mayo de 2009

Fiat podría convertirse en el segundo fabricante mundial con su ambicioso plan de expansión


En China la palabra crisis significa peligro y oportunidades. El Consejero Delegado del Grupo Fiat, Sergio Marchionne, está sacando mucho partido a la situación económica de los gigantes automovilísticos estadounidenses con una arriesgada estrategia empresarial basada en la compra a precios de saldo de marcas con potencial. Recientemente ha comunicado a la prensa que los esfuerzos del grupo italiano están centrados en hacerse con el control de Opel, la marca más rentable de General Motors Europe.

Sin embargo, hoy se ha confirmado de forma oficial que Fiat también pretende adquirir a Vauxhall y a Saab, el resto de GM Europe. De salir bien la maniobra empresarial europea y americana el Grupo Fiat pasaría a estar formado por Fiat, Lancia, Alfa Romeo, Maserati, Ferrari, Opel, Vauxhall, Saab, Chyrsler, Jeep y Dodge. Nada menos que doce marcas de orígenes dispares y posicionamientos de lo más variados, desde superdeportivos a todoterrenos pasando por territorios generalistas y premium.



Marchionne ha insistido en que puede haber un giro radical en las negociaciones, hay más compradores interesados en partes de GM Europe y el proceso de reestructuración de Chrysler LLC podría ser más largo y complicado de lo esperado. Muy probablemente se crearía una nueva empresa para dar cabida a tantas marcas diferentes, pero lo que está claro es que el consorcio italiano se posicionaría como el segundo fabricante mundial, por delante del Grupo Volkswagen y por detrás de Toyota.

Sus ventas anuales a nivel global se estimarían en unos 6 o 7 millones de unidades, mientras que sus ingresos alcanzarían los 80.000 millones de euros. Centrándonos ahora en Opel, el máximo representante de Fiat sostenía que la adquisición de Opel podría estar completada en un plazo de unas tres semanas, a finales de mes. La consolidación de ambas empresas supondría compartir plataformas y tecnologías muy interesantes, estrechando a nivel de grupo los lazos de cooperación ya existentes, con un ahorro para ambas partes de unos 1.000 millones de euros anuales.

Fiat ha venido suministrando a Opel componentes desde hace años, por ejemplo los motores 1.9 CDTI turbodiésel que montan muchos Opel son de origen italiano. Fiat no llevará a cambio un cierre amplio de plantas de Opel en Europa, pero sí de alguna fábrica puntual, hecho contra el que los sindicatos empiezan a movilizarse ya. La UE no pondrá trabas a la transacción, pero si los sindicatos se oponen duramente, otros interesados en Opel, como Magna International, podrían hacer contraofertas.

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