viernes, 8 de mayo de 2009
El mantenimiento de los frenos (Primera Parte)
Verificar el estado de los frenos en un período determinado garantiza no solo la seguridad de quienes conducen el automóvil, sino además la buena estabilidad a la hora de cambiar de dirección, en una maniobra brusca o para evitar una colisión segura.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que el líquido de frenos tiende a absorber humedad, por lo cual pierde sus propiedades químicas que favorecen el frenado efectivo, reduciendo su punto de ebullición en hasta un 30%.
Los primeros factores que debemos notar, son el incremento de la distancia de frenado, en situaciones habituales y no a alta velocidad (por cuestiones de seguridad propia y de otros conductores) y, de contar con ello, los indicadores tanto en el tablero como en la computadora que incluye el vehículo.
Si el pedal de freno tiene un recorrido bastante liviano, o notamos que debemos pisarlo demasiado para que el vehículo comience a disminuir su velocidad, entonces es tiempo de un recambio del líquido o una verificación mecánica.
En cambio, si cuando lo accionamos notamos un ruido extraño, o escuchamos el pasaje de aire, vibraciones anormales, o no presenta la precisión que debería tener, es muy posible que la falla sea mecánica.
Para finalizar con esta introducción, debemos tener en cuenta que el líquido de frenos debe ser cambiado aproximadamente cada dos años.
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