Unos días atrás hablamos de las consideraciones básicas a la hora de verificar si un freno está dañado, o comienza a dejar de funcionar como debe hacerlo, prestando atención a unos factores básicos o a los sonidos extraños que escuchemos.
En esta ocasión, nos adentraremos más en la parte mecánica, y más precisamente en el rol y la verificacion de las pastillas de freno.
Es muy notorio saber que las pastillas de freno dejaron de funcionar correctamente cuando comienzan los ruidos bastante chirriantes y molestos al frenar, sin necesidad de que sea un frenado brusco o repentino.
Esto a veces es interpretado con que las pastillas se han endurecido, sin embargo la realidad indica que es que se han “cristalizado”, por lo que la frenada es deficiente y genera ese ruido bastante irritante por su mal funcionamiento.
Lo recomendable es realizar un recambio de las mismas cada 10.000 kilómetros, o cuando su espesor comience a ser más bajo que el recomendado por el fabricante.
A su vez, con el recambio de pastillas debemos chequear el estado de los discos, ya que tienden a fisurarse, rayarse o alterar su forma con el desgaste de las mismas.
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