viernes, 8 de mayo de 2009

El mantenimiento de los frenos (Tercera Parte)



En la última ocasión nos habíamos adentrado en el análisis del desgaste de los frenos de acuerdo a su pastilla de frenado, causales de uno de los sonidos más notorios (y molestos) a la hora de darnos cuenta que algo está fallando.

Pero ahora nos adentraremos en el análisis de las zapatas, que si bien no sufren el mismo desgaste que las pastillas, tienden a endurecerse demasiado con el paso del tiempo, ocasionando un frenado incorrecto y tosco.

Esta parte vital del freno es la encargada de aplicar la presión directamente sobre la llanta de las ruedas, por lo que si estuvieran lo suficientemente gastadas no solo romperán las pastillas, sino que podrán generar una fisura o rotura en las llantas.

Lo recomendable, entonces, es verificar visualmente su estado, debiendose cambiarlas cuando el desgaste abarque hasta casi un 70% de sus dimensiones



Si el desgaste no es apreciable, o no estamos seguros de cuanto se ha reducido el espesor de las mismas, entonces algo que no falla es removerlas y renovarlas cada 40.000 kilómetros.

Por lo que vemos, su duración es de, al menos, 4 veces más que las pastillas de freno, por lo que se puede realizar un recambio basándose en estas reparaciones.

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